jueves, 4 de abril de 2013

OKC: NO HAY GLORIA SIN BANQUILLO

Oklahoma City Thunder, uno de los equipos de moda en los últimos años y con un mejor desarrollo en cuanto a resultados, puede que haya tocado techo ya el año pasado, llegaron a las finales pero les falta algo que sí tenían en común los campeones de la NBA, les falta banquillo.

Si hacemos un repaso de los últimos campeones, nos daremos cuenta de que todos y cada uno de ellos tenían en el banquillo a gente que en un momento dado te podía dar la vuelta a un partido o gente que sirviera de microondas o por decirlo de alguna manera, de factor X en un partido, es decir, aquel que te puede dinamitar el trabajo realizado hasta ese momento.

San Antonio Spurs (2007): Tim Duncan, Ginobili y Parker tenían en el banquillo a gente como Brent Barry, Michael Finley (aunque era el titular, el dueño del puesto era Ginobili como siempre) y Robert Horry, 3 jugadores que tenían 36 temporadas en total de experiencia en la NBA y muchas de ellas con minutos y roles importantes en sus equipos, Barry y Finley eran dos jugadores finisimos a la hora de anotar, y no hace falta decir mucho de Robert "Big Shot Rob" Horry, capaz siempre de meter el último triple; con ellos, el quinteto inicial de San Antonio podía jugar tranquilo porque si salían siempre iban a dar la talla.

Boston Celtics (2008): Los Celtics del Big Three no habrían llegado tan lejos sin la aportación de gente como James Posey y en menor medida de Sam Casell y PJ Brown, tres jugadores también veteranos como los de San Antonio antes mencionados que cumplían a la perfección sus papeles, Posey dar descanso a Allen y Pierce, Casell a Rondo y Brown a Garnett, la veteranía de los tres les hacía saber donde tenían que estar en cada momento y como podían ayudar en cada situación, dando minutos de calidad mientras las figuras se tomaban un respiro.

Los Angeles Lakers (2009-2010): Dos años distintos y los mismos tres jugadores claves desde la banca, Jordan Farmar, Shanon Brown y sobre todo Lamar Odom, como en el estilo de Boston, los tres cumplian el cometido de suplir con nota a gente clave, Odom cogía los minutos de Pau Gasol y Bynum, mientras que Brown hacía lo propio con los pocos minutos que descansaba Bryant y parte de los de Ariza el primer año y el segundo año de aquel jugador antes conocido como Ron Artest, por su parte Jordan Farmar tenía que cumplir con la parte más facil, que era dar descanso a Fisher, lo digo así porque Bryant muchas veces subía el balón y quitaba parte del trabajo a los bases.

Dallas Mavericks (2011): La culpa de la sorpresa de 2011 tuvo gran parte de su origen en el banquillo tejano, tres nombres propios apoyaron a Nowitzki durante esos Playoffs, un tirador de otra época llamado Peja Stojakovic, un sexto hombre con números de titular, Jason Terry y un jugador sorpresa, Jose Juan Barea, entre los tres conseguían mantener a un nivel muy alto el rendimiento de la segunda unidad, tanto es así que Barea por ejemplo consiguió tener muchos pretendientes y es que en Playoffs consiguieron 33.5 puntos, 7 asistencias y 4.3 triples por partido entre los tres, algo que habla muy bien de ellos aunque gran parte de la anotación la consiguiera JET.

Miami Heat (2012): El segundo Big Three que comentamos en esta entrada tuvo mucho apoyo en la banca, sobre todo si tenemos en cuenta que durante parte de los Playoffs no contaron con Chris Bosh; durante los Playoffs jugaron más de 16 minutos por partido tres jugadores de banquillo como eran Mike Miller, Joel Anthony y Udonis Haslem, aun teniendo en cuenta los 11 partidos que se perdió Bosh, la aportación exterior de una buena muñeca como la de Miller y el trabajo interior de dos trabajadores como Haslem y Anthony liberaron a su Big Three de parte de su presión.

Teniendo en cuenta estos precendéntes, Oklahoma tiene a mi modo de ver un problema: Aun sabiendo que su tercer mejor anotador está en el banquillo (kevin Martin), ¿quienes pueden ser sus otros dos apoyos?: Collison es muy trabajador y cae muy bien pero no es el 4 ideal para pegarse con gente como Duncan, Faried o David Lee; Thabeet no ha explotado como hubieran deseado en Oklahoma y pasa por ser uno de los grandes pufos de los últimos Drafts, mientras que Reggie Jackson y Derek Fisher no parece que puedan tener el balón el suficiente tiempo como para ser determinantes en algún momento.

Por todo ello creo que Oklahoma puede llegar muy lejos, pero si nos hacemos caso de los últimos años, parece que les falta algo para poder tocar la gloria.

Si creen que me he equivocado en algo o no están de acuerdo no duden en decírmelo. Siganmé en Twitter @rubenBravo84

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